Nos encontramos ante el que, hasta mediados del siglo pasado, era el único puente de la ciudad. La importancia de esta obra de ingeniería construida por los romanos en el siglo I viene dada por el hecho de que comunicaba el sur peninsular con la capital de la Bética, a través de la Vía Augusta. Además, el Puente Romano suponía la única forma de atravesar el Guadalquivir sin tener que utilizar una embarcación. El puente, que ha sido remodelado en diversas ocasiones tanto por los musulmanes como después de la conquista cristiana, presenta en la actualidad un aspecto bastante similar a su apariencia original, gracias a una restauración efectuada a comienzos del siglo XXI. Precisamente el carácter sobrio de esta construcción, que nos traslada ecos de otros tiempos, lo ha convertido en escenario idóneo para el rodaje de escenas de ficciones televisivas como Juego de Tronos.

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