Córdoba | Patrimonio de la Humanidad

Una ciudad para viajar en el tiempo

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Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
 (Ingmar Bergman, cineasta)   

Museo Julio Romero de Torres

Nadie ha sabido retratar mejor la esencia sensual y mística de Córdoba y sus habitantes que el pintor Julio Romero de Torres, que nació y vivió en la casa frente a la que nos encontramos y donde ahora se expone la mayor colección existente de su obra. En 1931, un año después de la muerte del pintor, su mujer y sus hijas impulsaron la apertura de este espacio, cuya notoriedad se evidencia en el hecho de que fue inaugurado por el presidente de la República, el también cordobés Niceto Alcalá Zamora.

En él podemos apreciar obras de la talla de La chiquita piconera o Naranjas y limones, convertidas en referentes universales de la belleza de las mujeres cordobesas. Al placer de poder contemplar estas piezas en el entorno en el que fueron creadas se le une el de acercarnos a otros aspectos de la producción artística de Romero de Torres, como su colección de carteles publicitarios o las representaciones del cante hondo, género que amaba y que conecta con la profundidad que el autor lograba imprimir a sus creaciones.

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